jueves, 24 de febrero de 2011

Dormideros en el Tormes

        

Durante los útimos meses hemos seguido los dormideros de gaviotas, grajillas cormoranes, estorninos, garcetas comunes y garcillas bueyeras que se localizan en las cercanías de Salamanca en torno a las márgenes del río Tormes.



Es un trabajo cómodo por los escasos desplazamientos que hay que realizar pero muy complicado por la escasa luz de trabajo y las dificultades que entraña conseguir imágenes casi en penumbra y de aves en vuelo. Las horas aprovechables son muy pocas  ya que las mayores concentraciones se producen apenas unos minutos antes de la puesta de sol o incluso a posteriori.


Para la toma de las imágenes hemos utilizado tres cámaras Canon, la Eos 1d Mark IV, la Eos 5d Mark II y la Eos 7d. Entre las lentes fundamentalmente el teleobjetivo Canon EF 500mm f4 L IS, en alguna ocasión acompañado de teleconvertidores y los zoom Canon EF 24-105mm f4 L IS y el 100-400 f4,5-5,6 L IS



Siempre hemos procurado buscar luces dramáticas e impactantes o iluminación artificial mezclada con la natural del atardecer. Trabajar con luz escasa nos impone la utilización ISOs altos para intentar parar la acción. En la mayoría de las tomas se han utilizado velocidades de 1/1000 de segundo o parecidas con escasa profundidad de campo pero cuando baja la luz en exceso se ha reducido la velocidad de obturación buscando imágenes en movimiento apoyadas por la iluminación de un flash que de la ilusión de congelar el movimiento.



Algunas de las imágenes se han realizado con velocidades ISO de hasta 12800 con lo que se han tratado intensivamente con reducción de ruido y han perdido la habitual agudeza de enfoque que caracteriza a los teleobjetivos Canon. En este sentido aunque la Eos 1d mark IV alcance esta cifra de sensibilidad ISO no quiere decir que sea recomendable ya que la mayoría de las imágenes logradas tendrán mucho ruido a diferencia de las logradas con cámaras como la D3s que alcanza esa cifra pero con niveles de ruido mucho menores a costa de menos megapíxeles.




En la realización de las tomas hemos procurado alternar fondos de cielo limpio o con nubes, con otros propios de la vegetación fluvial o incluso alguno urbano con las garcillas volando y las luces de vehículos y rótulos destacando entre la arboleda.




Nos ha resultado muy útil la posibilidad de usar ISO automático y exponer en manual con lo que podemos pasar de zonas iluminadas a zonas en sombra sin variar para nada los parámetros de velocidad y diafragma. Sin embargo, sería deseable que se pudiera compensar la exposición, cosa que Canon no ha previsto.  Poner un valor de medio o un punto más para conseguir que el cielo claro quede en su punto en algunas tomas es imposible con las cámaras Canon al utilizar ISO automático. En estas situaciones hemos pasado a prioridad a la velocidad para ajustar mejor la medición y no tener que aclarar en el revelado del RAW evitando aumentar el ruido al aclarar la foto.




La utilización de flash nos ha obligado a cambiar el auto ISO para evitar que la cámara elija la sensibilidad por defecto de su programa que es como máximo 400. En estas condiciones hemos tenido que usar habitualmente sensibilidades de entre 1600ISO y 6400ISO.



Entre las especies más complicadas podemos destacar al cormorán grande que debido a su plumaje negro resulta difícil de fotografíar contra cielos claros pues supera la latitud del sensor. En estos casos lo adecuado es fotografiarlo contra el río o vegetación.




























© Francisco M. Martín - Imágenes Naturales

martes, 22 de febrero de 2011

Compra de trípode

Antonio finalmente ha comprado un trípode Manfrotto de carbono, el modelo 055CX pro 4.
Una buena elección sin duda. Mucha suerte y no olvides llevarlo al campo que es fundamental.

domingo, 20 de febrero de 2011

Después de la cámara....... el trípode

Rinocerontes negros acudiendo al bebedero al anochecer. Etosha National Park. Nambia
Canon Eos 5dII y Canon EF 100-400 f4,5-5,6 L IS
Trípode Gitzo Mountanieer 1227 y rótula de bola Markins Q20

Durante los últimos días he charlado varias veces con un compañero fotógrafo acerca del uso y elección del trípode pues está pensando en comprar uno y me ha pedido mi opinión.
Voy a exponer en el blog las pequeñas reflexiones a que hemos llegado.
 Después de las lentes y la cámara considero que un buen trípode es la última pieza necesaria para conseguir buenas fotografías o al menos para no tener que echar la culpa a la falta de medios técnicos como la causante de los malos resultados.
Este artilugio es uno de los más odiados debido a su peso y volumen, más ahora que tenemos lentes y cámaras con estabilizador incorporado. Pero el hecho de que dispongamos de medios técnicos para evitar la trepidación no quiere decir que no tengamos la necesidad de un buen trípode.
De hecho el cada vez más generalizado uso del trípode consiguió una mejora sustancial en la calidad de la fotografía. Si renegamos de su uso estaremos limitando nuestro horario fotográfico a aquellos momentos del día en que la luz es elevada, que suelen coincidir con el mediodía cuando las fotos quedan peor. El trípode nos permite aumentar al 100 por 100 el horario de nuestra fotografía, reducir el ruido digital al disminuir el iso elegido y además nos permite poner en práctica una gran cantidad de técnicas fotográficas que de otra forma serían imposibles. Por ejemplo el HDR, los timelapses, la fotografía macro de calidad, conseguir efectos de movimiento en agua, vegetación, sujetos que se desplazan y  en días nublados, para conseguir la máxima profundidad de campo sin aumentar el ISO y por lo tanto manteniendo al máximo la calidad de los resultados con nuestro sensor digital....

San Saturio y río Duero en Soria al anochecer
Canon Eos 5d y Canon EF 24-105 f4 L IS
Trípode Gitzo Mountanieer 1227 y rótula de bola Markins Q20

Muchas veces sin embargo, renunciamos a su uso por la comodidad de disparar a mano y con el estabilizador. Nos llegamos a decir que tenemos buen pulso, que el estabilizador hará el trabajo del trípode.... pero si comparamos dos imágenes realizadas una con trípode y otra sin él, podremos observar en la segunda ligeras trepidaciones y pérdida de calidad  que sólo será notable a grandes ampliaciones, no para uso en la web, pero esta reducción en la nitidez  equivale a trabajar con cámaras que tuvieran menos megapíxeles  de los que realmente tienen ya que no podremos someter nuestras fotos a grandes ampliaciones o quizá ejecutar algún recorte para enderezar la imagen o mejorar el encuadre.

Con el uso de teleobjetivos por otra parte es impensable, salvo raras ocasiones, trabajar sin trípode y de hecho existen gran cantidad de accesorios específicos adecuados para que nuestro teleobjetivo descanse sobre el trípode. El peso de los teleobjetivos y su poder de ampliación  los hacen candidatos excelentes al uso del trípode pues aunque podemos soportar durante parte de una sesión el uso del teleobjetivo a mano acabaremos mucho más cansados y por ende con peores resultados que si nos hubiéramos desplazado con el trípode.
Por otra parte el trípode aporta una singular característica a la fotografía que es el hecho de hacernos reflexionar más aún si cabe, sobre la composición, con lo que nos permite mejorar nuestras tomas o al menos tener clara la elección del lugar, altura, encuadre...., pues ubicar la cámara y el trípode lleva cierto tiempo.


Paso de Despeñaperros. Jaén
Canon Eos 40d y Canon EF 70-200 f4 L IS
Trípode Gitzo Mountanieer 1227 y rótula de bola Arca Swiss B1

A la hora de enfrentarnos a que trípode comprar debemos sopesar qué necesitamos y las características básicas de un buen trípode entre ellas la primera es la estabilidad, que antes estaba relacionada íntimamente con el peso. Sin embargo con la introducción de trípodes de carbono y basalto el peso ha dejado de ser el problema de los trípodes pasando a ser el volumen durante su transporte, algo inevitable si queremos disparar nuestra cámara con cierta flexibilidad.
El trípode tiene por misión reducir las vibraciones, tanto las climatológicas como las producidas durante la realización de la fotografía por nosotros y por la cámara, además de permitirnos nuevos horizontes creativos tal y como he comentado más arriba. Estas vibraciones pueden ser absorbidas por el propio trípode si la velocidad de obturación elegida es un poco elevada o podemos ayudar a reducirlas por medio del levantamiento de espejo y el uso de un cable disparador. Estos dos mecanismos son fundamentales en la disciplina de fotografía de paisaje si queremos usar diafragmas cerrados e ISOs bajos.
Para reducir las vibraciones producidas por el viento no nos quedará más remedio que añadir más peso, si podemos, al trípode. Para ello los trípodes profesionales cuentan con un pequeño gancho debajo de la columna o zona central entre las tres patas de donde podemos colgar diversos bultos, principalmente nuestra misma mochila fotográfica.


Aerogeneradores en La Muela. Zaragoza
Canon Eos 5d y Canon EF 24-105 f4 L IS
Tripode Gitzo 1531 y rótula de bola BH-55 RRS

En su afán por reducir el tamaño de los trípodes cuando están plegados los fabricantes los hacen con patas en las que se integran hasta cinco secciones. Esto hace que plegados apenas ocupen pero cuando estamos fotografiando puede ser necesario, dado el pequeño tamaño de las patas, desplegar la totalidad de la longitud por lo que estaremos perdiendo estabilidad pues descansamos todo el peso de nuestro equipo en una patas con una sección de diámetro muy reducida.
Una buena solución de compromiso son los trípodes de 3 secciones y si disponemos o elegimos comprar uno con más secciones hemos de intentar usarlo sólo en casos extremos con la totalidad de la longitud de las patas desplegada.
Otras características de los trípodes profesionales y que han pasado a ser una necesidad en la fotografía de naturaleza es que las patas sean independientes, no estén conectadas entre si, y que tengan un amplio rango de movimientos para adaptarse a las irregularidades del terreno.
Esta amplitud de movimientos facilita tanto colocarlo en laderas escarpadas como hacer macro con cierta comodidad al conseguir bajar el trípode a una altura muy cercana al nivel del suelo. Una solución es invertir la columna central con lo que también la cámara se coloca boca abajo, una situación compleja para maniobrar y que puede provocar sombras sobre el sujeto a fotografiar. Otros trípodes disponen de un columna que puede ser articulada de forma horizontal pero esto reduce la estabilidad del conjunto cuando trabajamos con teleobjetivos.
Otros modelos de trípode carecen de columna central descansando el cabezal, del que hablaremos en otra entrada de este blog, directamente sobre la unión de las tres patas. Esta opción añade estabilidad pero hace a las patas más difíciles de manejar especialmente en trípodes donde las patas se articulan ampliamente. Puede ocurrir que al plegar el trípode se giren las patas hacia el interior dificultando el manejo del aparato.

Panorámica de Jaén con su Castillo al fondo.
Canon Eos 5d y Canon EF 70-200 f4 L IS
Tripode Gitzo 1531 y rótula de bola BH-55 RRS

Entre las marcas más conocidas de fabricantes de trípodes encontramos a Gitzo, Manfrotto, Cullman, Giotto, Really Right Stuff, Slik, Benbo, Benro, Bilora o Velbon pero sin duda son Gitzo y Manfrotto los más vendidos y los de mejor calidad con la irrupción de los americanos RRS de gran calidad y elevado precio.
Gitzo y Manfrotto pertenecen al mismo grupo empresarial pero con dos líneas de producción marcadamente distintas siendo Gitzo el que alcanza mayores niveles de calidad, resistencia, peso reducción y fiabilidad de resultados fotográficos. Esto no quiere decir que Manfrotto sea malo, simplemente es una segunda línea de producción. Hasta hace poco eran dos empresas pero tras la fusión de ambas mantienen su producción de forma casi independiente. Otros trípodes construidos en madera prácticamente están reducidos al mercado americano y para usos muy específicos aunque también pueden utilizarse para la fotografía.
Gitzo y Manfrotto son marcas europeas, la primera francesa y la última italiana. Manfrotto conocido también como Bogen, especialmente en el mercado americano, goza de una amplia gama de productos y soluciones prácticamente para cualquier necesidad (hasta fotografía publicitaria y de interiores) estando Gitzo más centrado en aparatos para uso en exteriores.
De la gama manfrotto hay que destacar como los mejores el 055 en sus versiones de carbono y aluminio este ultimo con un peso que supera los 2kgr por lo que sólo es aptos para pequeños transportes. También su hermano pequeño el 190. Los modelos se dividen también entre patas con tres y cuatro secciones y columnas que facilitan la colocación horizontal o aquellas que sólo se utilizan de forma vertical a las que también se le puede conectar la cámara de forma invertida, tal y como ya he comentado.

Rincón Nocturno en Ubeda. Jaén.
Canon Eos 5d y Canon 24mm TSE f3,5 L
Tripode Gitzo 1531 y rótula de bola BH-55 RRS

De los trípodes Gitzo hay una variedad mucho mayor y es fácil perderse entre tanta característica.
Para empezar hay que entender la filosofía de cada serie. Entre las más interesantes para uso en naturaleza se encuentran la Mountanieer, Traveler, Basalt, Explorer y Systematic. Mountanieer es la serie clásica o más antigua pero que se sigue actualizando. Construida en carbono cuenta con columna central a diferencia de la Systematic en la que se incluyen los trípodes más resistentes y estables entre los fabricados por Gitzo. Dentro de la gama Traveler podemos encontrar trípodes muy ligeros y con dimensiones contenidas, perfectos para desplazamientos en avión o por el mismo monte cargando la mochila. Para reducir su tamaño se puede colocar la cabeza entre las patas con lo que el trípode plegado se acorta otros 8 o 10 centímetros, siempre hablando de cabezas de diámetro adecuado o de las que fabrica Gitzo. Lamentablemente este fabricante no hace casi cabezales para el estándar de platos Arca tan usado en fotografía. Explorer es la gama de Gitzo preparada para trabajos macro o en condiciones más complicadas gracias a la posibilidad de colocar la columna central descentrada del eje vertical del trípode y finalmente encontramos los de aluminio  y basalto cada uno con características extremas. Los primeros más pesados pero más baratos y los de basalto que se caracterizan por su resistencia y ligereza pero con un coste económico algo más elevado.

Paorámica Nocturna de Sobradillo. Salamanca
Canon Eos 5d y Canon EF 100-400 f4,5-5,6 L IS
Trípode Gitzo Mountanieer 1227 y rótula de bola Arca Swiss B1

A la hora de comprar un trípode hemos de diferenciar el uso que le vamos a dar. Si mayoritariamente vamos a utilizarlo con un teleobjetivo nos tenemos que ir como mínimo a la serie 3 y superiores de los sistematic, por ejemplo 3531 pero si buscamos algo ligero que nos permita desplazarnos por terrenos escarpados, quizá los mejores son los Traveler y entre ellos el 1541T.
Una solución de compromiso entre libertad de movimientos y fiabilidad es el Mountaineer GT2542L con un peso muy contenido y que admite combinación de cámara y teleobjetivo hasta 300mm y probablemente aceptará con mayor riesgo de trepidación una combinación con el 500mm pesando sólo un kilo cuatrocientos treinta gramos.
Finalmente no conviene olvidar que para usar un trípode hay que seguir unas normas básicas. La primera tener claro lo que vamos a fotografiar ya que el manejo de trípode es laborioso y más en el campo en situaciones de frío o cuando está sujeto a la mochila de fotografía.
Como segunda norma básica hay que insistir en la colocación de las patas dejando espacio para estar nosotros próximos a la cámara, para ello hay que situar una de las patas hacia el sujeto que vamos a fotografiar.

Jirafas acudiendo a bebedero en Etosha National Park. Namibia.
Canon Eos 5dII y Canon EF 100-400 f4,5-5,6 L IS
Trípode Gitzo Mountanieer 1227 y rótula de bola Markins Q20

En el caso de los trípodes con columna estos deben estar bien nivelados pues ya de por si la columna levantada disminuye la estabilidad del trípode y más aún si esta se encuentra ligeramente inclinada. No sería la primera vez que se me cae la cámara con el trípode en momentos de mucho viento. Afortunadamente lo que se dañó fue el filtro polarizador y otras veces cayó en la misma playa afortunadamente.
Hay que evitar usar la columna central y si la usamos, podemos colgar algo pesado debajo de esta pero que no se balanceé con el viento, para añadir estabilidad al conjunto.
Si es posible hay que trabajar con la menor cantidad de altura posible para aumentar la estabilidad y poder trabajar más rápido ya que es verdaderamente engorroso ir con un compañero que abre las patas del trípode hace una foto, las cierra y al poco rato vuelve a repetir la operación. Si abrimos las patas hasta la altura necesaria no sólo conseguiremos estabilidad sino también rapidez de manejo. Por supuesto usar la patas más gruesas y no las del extremo inferior que son menos estables.
Otra opción poco aconsejable es llevar la cámara montada en el trípode y desplazarnos por el monte así. Con esto sólo podemos conseguir aumentar la suciedad del ocular y hasta del sensor cuando no rozar los objetivos y la misma cámara o que se nos pueda aflojar del cabezal y caerse.
No debemos olvidar que el trípode no va a eliminar las vibraciones que generemos con nuestro dedo al disparar. Es necesario, especialmente con velocidades lentas, levantar previamente el espejo y utilizar un cable disparador o como poco el temporizador de la cámara.
Si nuestro objetivo tiene estabilizador comprobar si es compatible con el uso de trípode aunque en todo caso no será necesario el estabilizador si utilizamos el trípode y un cable disparador.


© Francisco M. Martín - Imágenes Naturales





lunes, 14 de febrero de 2011

Nueva dirección del blog

Ya se puede acceder a este blog desde la dirección más sencilla www.imagenesnaturales.es que representa el verdadero nombre del blog.
Aunque sigue alojado en blogger hemos adquirido el dominio imagenesnaturales.es  para mayor facilidad de acceso sin tener que recordar la dirección de blogger.
Ambas dirección son compatibles y se mantendrán operativas.
¡A todos, gracias por seguir este blog, estamos abiertos a todas vuestras sugerencias!

martes, 8 de febrero de 2011

Ascensión Invernal a la Peña de Francia

Las últimas nevadas dejaron en Salamanca un oportunidad única para iniciar la ascensión hasta la cima de esta mítica montaña. Aquí os mostramos unas imágenes de esta marcha a la Peña de Francia iniciada desde El Cabaco por el ramal del camino de Gran Recorrido que atraviesa el Sistema Central. 























Las carreteras han permanecido cortadas durante una semana y en su cumbre no había huella humana que la hubiera pisado desde la nevada ocurrida unos días antes.  Una experiencia digna de recordar.


Canon Eos 5d Mark II, Canon EF 24-105mm f4 L IS, Canon EF 16-35mm f2,8 y Canon 100-400 f4,5-5,6 L IS


© Francisco M. Martín

Por fin toqué a la zorra

Aquel día marcó un antes y un después en mi vida personal. Me encaminaba como cada jornada a mi destino fotográfico pensando en nuevas toma...