En este ir y venir de una zorrera a otra he ido tomando imágenes de las encinas en las que crían las dos zorras pero lo que más me ha llamado la atención es la dedicación exquisita que tiene el zorro macho hacia las crías de ambas madres. Aunque parece que conforme van creciendo les presta algo menos de atención en especial a la zorra número dos, este macho es un padre ejemplar por el trato que da a sus crías y por supuesto a sus dos hembras para las que no tiene más que regalos. Realmente, más que regalarlas, se deja quitar las presas que caza. Las hembras con actitud cariñosa se acercan entre gemidos y pequeños aullidos para, de un golpe, robarle el ratón o topillo recién capturado y él, paciente, vuelve a empezar la caza.
En relación con las crías, estas se muestran siempre insistentes pidiendo comida y el macho, al que han llegado a morder en el vientre buscándole las ubres, acaba regurgitando comida que inmediatamente aprovechan los zorrillos.
No puedo evitar de todos modos hacer un paralelismo con la vida humana. Este zorro me hace pensar en una familia ejemplar en la que el marido tiene además, una amante con la que mantiene otra familia, como esas noticias que todos hemos oído de sucesos semejantes en Estados Unidos en las que se descubría que un hombre estaba casado a la vez con dos mujeres.
Lejos de planteamientos éticos este comportamiento biológico es todo un reto para los machos de la especie pero a la vez es la garantía de éxito total pues si una zorra fracasa, tanto por motivos naturales como por causas ajenas a la especie como la caza, la otra zorra esparcirá los genes del macho, considerados como el mayor capital biológico que todo ser vivo puede dejar en herencia.
Para mi el descubrimiento de la existencia de zorras cubiertas por el mismo macho ha supuesto una verdadera sorpresa que me deja, como poco, admirado de las estrategias que esta y otras especies adoptan con el paso del tiempo en el objetivo de mantenerse.
En fin, aquí os muestro las imágenes de la zorreras y del zorro cazando en los prados próximos y más abajo como cuida a sus crías. Observar el ambiente pues se ve que son distintas zonas aunque sean parecidas.
También os presento otra imagen en la que se rasca la garganta y cuello contra la hierba de la dehesa.
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Zorrera número dos, en la base de una encina desmochada recientemente y con múltiples bocas siempre en torno al tronco dela encina. |
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Macho cazando entre las encinas |
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Macho cazando entre las encinas |
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Macho restregándose contra la hierba en el territorio de la zorra número dos. |
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Macho atendiendo a los zorrillos de la zorra número dos. Uno de ellos, el que mira a la cámara, fácil de identificar por ser el tuerto. |
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Macho atendiendo a los zorros de la zorra número uno pero mirando en dirección a la otra zorrera situada a cerca de 500 metros de distancia. |
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No se aprecia bien pero es el macho con los cachorros de la zorra número uno. |
Francisco M. Martín - Imágenes Naturales
Hacía un tiempo que no venía por tu blog. La sorpresa ha sido mayúscula. Has mejorado lo de los zorros del año pasado que ya es decir. Estás haciendo un hermoso cuaderno de campo dedicado a estas dos familias. La fotografías tan naturales me parecen excelentes. Un saludo.
ResponderEliminarDani, muchas gracias por tu aportación. Por poco me acerco al norte que está muy caliente, según me han dicho pero mañana tengo que currar en un reportaje sobre un conjunto histórico de Salamanca y se me ha truncado el viaje. Intentaré en breve subir para disfrutar de los hayedos y los osos.
EliminarUn abrazo y , siempre, gracias.
muy buena serie la ultima es una preciosidad un saludo
ResponderEliminarCompañero, gracias por tu comentario. Aunque tengo fotos mejores he decidido que prime la información sobre la calidad de las imágenes. Cada vez que acudo al hide lleno una tarjeta de 16gb y verlas todas es muy cansado aunque gratificante. Espero que algún día se publique lo más selecto en alguna revista. Os mantendré informados....
EliminarOtra entrada excelente, Francisco. Estoy definitivamente enganchado a este proyectotuyo, acabo de regresar a casa después de pasar cuatro dias ingresado para operarme una hernía discal y nada más llegar y acceder a internet he ido de cabeza a tu blog.
ResponderEliminarUn abrazo
Jorge, antes que nada espero que todo haya ido bien. Sólo nos vimos una vez pero me contaste el problemita y no habíamos vuelta a hablar de él. Espero de todo corazón que haya sido para mejorar pues no te imagino en casa con las ansias de superación que me parece que tienes y sobre todo tu afán por la Cordillera. A ver si me acerco al norte y si te apetece nos vemos en el monte que es lo más emocionante.
EliminarUn abrazo y mucho ánimo.
Gracias Francisco. Si vienes por Asturias llamame y pasa por casa a comer con nosotros.
Eliminarun saludo
¡Qué gran trabajo, Paco!
ResponderEliminarComo siempre, es un gran placer leer tus textos y deleitarse con tus fotos.
Enhorabuena por tu perseverancia y buen hacer.
Saludos.
Angel, gracias de nuevo. En la semana que viene se acercan acontecimientos emocionantes (yo ya los he vivido pero a estas horas no me encuentro con ánimo para contarlos). Lo cierto es que la atención contínua a la zona me está dejando enganchado a esta especie que, insisto, es fantástica. Su carácter, su agresividad, su fortaleza y su bondad cuando se trata de críar. Son los superpredadores de la dehesa y su papel lo cumplen a rajatabla aunque a veces les veas flaquear cuando aparece el ser humano o una estampida de vacas moruchas. Este fin de semana trabajaré en Conjuntos Históricos pero vuelvo a la carga de nuevo el lunes.
EliminarUn abrazo